Nos han enseñado que la lengua es un instrumento neutro en la comunicación y que
tiene la posibilidad de cambiar y adaptarse según las necesidades sociales, que existen
pautas y reglas, pero que las personas que la hablan influyen en su transformación en
el tiempo.
Hemos aprendido que para referirse a los dos sexos debemos utilizar el masculino como
genérico.
Muchos estudios han demostrado la utilización androcéntrica del lenguaje, otros insisten
en la neutralidad del mismo.
No pretendemos aquí adoptar posturas maximalistas ni imponer doctrina. Con nuestra
propuesta «Cuida tu lenguaje, lo dice todo» invitamos a las personas de uno y otro sexo,
a mujeres y a varones, a reflexionar sobre una cuestión transcendental: lo que no se
nombra no existe.
1 El lenguaje administrativo: Rompe moldes (1)
2 El lenguaje administrativo: Rompe moldes (2)
3 Sobre el uso del masculino y el femenino: Cuando digo los niños, ¿dónde están las niñas?
4 Sobre las alternativas del lenguaje (genéricos, abstractos y otros recursos)
5 Titulaciones y profesiones
6 El peligro del salto semántico
7 La mitad de la población no puede ser un colectivo,grupo aparte o minoría
8 Cuidado con los duales aparentes
9 La representación del mundo en masculino
10 Minusvaloración e infantilización
11 Detectando estereotipos
12 ¿Qué podemos hacer para que nuestro lenguaje no sea sexista?
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